La realidad es que para muchos de nosotros la idea de vivir una vida sana donde siempre estemos haciendo ejercicio y nos alimentemos como se debe es casi imposible. Pocos logran evitar todas esas comidas procesadas que nos rodean, o abrir tiempo para incorporar una rutina de ejercicios en nuestro día a día.
Puede ser que de vez en cuando comamos algo que no debe ir en nuestra dieta, porque vamos a una fiesta de cumpleaños o porque estamos en una época especial, como la Navidad, pero ¿cómo hacemos para siempre mantener nuestra rutina de ejercicios sin importa qué pase?
El secreto es mantener una mente y una actitud positiva acerca de nuestra meta, y conseguir un ejercicio que simplemente nos haga feliz, que con el tiempo nos mantenga atrapados en él.
Por ejemplo, digamos que decidiste bailar como ejercicio para adelgazar. El simple hecho de que hayas pensado en esto en un principio quiere decir que es una actividad que te gusta, que te llamaba la atención y es algo a lo que debes sacarle provecho para mantener la motivación. Quizás parte de este gusto viene del poder social que tiene bailar, o quizás solo sea porque te diviertes muchísimo bailando.
Cada persona debe ver cuál es la motivación que necesitan para hacer ejercicios porque todos somos distintos, así sea para adelgazar rápido, o porque quieres conocer gente, para salir de casa un rato, para mantenerse en movimiento, o para aprender algo nuevo, pero siempre trata de hacerlo con una actitud positiva, abierto a las posibilidades y a los resultados que obtendrás con el paso del tiempo.