Hoy, en nuestra sección de recetas os hablaremos de un plato riquísimo que es una excelente opción para aquellos que siguen una dieta hipocalórica pero quieren seguir disfrutando de todo el sabor de la comida. Se trata del pastel de espinacas y queso.
Lo bueno de esta receta es que la tendremos preparada en a penas unos minutos y que, además de sabrosa, es una opción que gustará a toda la familia sin que nadie note que se trata de una receta baja en calorías.
¿Qué necesitamos?
- 500g de espinacas frescas
- 1 cebolla
- 1 huevo
- 50g de queso rallado
- 400g de queso fresco batido 0%
- Sal y pimienta
- Nuez moscada en polvo
- Comino
¿Cómo lo preparamos?
Limpiaremos las espinacas bajo el grifo y las trituraremos junto al queso rallado, y el huevo. Esta preparación que obtendremos, la salpimentaremos y condimentaremos con el resto de especias al gusto.
En una cucharada sopera de aceite, pocharemos la cebolla que, previamente, habremos troceado muy finamente.
Cuando la cebolla empiece a dorarse, añadiremos nuestra preparación a base de queso y espinacas, añadiendo, a los 5 minutos, el queso batido.
En un molde para tartas apto para horno, en el que habremos extendido, con la ayuda de una servilleta de papel, un poco de aceite de oliva, verteremos nuestra preparación, llevándolo al horno, a una temperatura de 180 grados hasta que se solidifique nuestra pastel.
Listo, ya tenemos nuestra receta saludable lista para ser degustada.
Las espinacas son una excelente fuente de micronutrientes, de entre los cuales destaca el hierro. Además, por su alto contenido en agua y su bajo aporte calórico, representa un gran aliado en toda dieta. Además, el añadido del queso batido aporta una gran cantidad de proteínas de alto valor biológicas esenciales para el correcto funcionamiento de nuestro organismo y, claro, la construcción y recuperación de nuestros músculos.