Ahora que estamos llegando a una de las épocas con más adeptos del año, la semana santa, seguro que a todos nos viene ese olor a miel y vino, azúcar e incienso y se nos nubla la mente tan solo de pensar en las riquísimas, sabrosas y típicas torrijas de Semana Santa.
Pues bien, no hace falta saber mucho de nutrición ni de alimentación sana para saber que estos ricos dulces están cargados de calorías por doquier y que no deberían de entrar en nuestra dieta diaria pero como en MenosKilos tenemos salida para todos, hemos conseguido arañarles algunas calorías de una manera muy sencilla a las torrijas de toda la vida. ¿Cómo? Te lo explicamos.
Ingredientes
- 1 barra de pan cortada en rebanadas de mas o menos 1 cm.
- 1 litro y medio de leche
- La piel de un limón
- La piel de una naranja
- 2 palitos de canela en rama
- 2 cucharaditas de canela en polvo
- Azúcar (Aproximadamente cinco cucharadas)
- Huevos
- Miel
- Agua
Preparación
Ponemos la leche a calentar y la infusionamos con todas las especias y el azúcar. Mientras se calienta, ponemos las rebanadas de pan sobre una bandeja honda. Se puede usar y de hecho es recomendable, pan especial para torrijas.
Una vez que la leche este muy caliente y que haya cogido todos los olores y sabores de los cítricos y las especias, pondremos las rebanadas encima de la leche y las dejamos empapar. El pan tiene que estar totalmente empapado (casi que se deshaga al intentar cogerlo), para que después no se nos queden las torrijas duras a la hora de comerlas.
Batimos los huevos, dos o tres si tenéis poca cantidad y si os faltan pues se añadirán más. Pasamos las torrijas por el huevo batido y las escurrimos muy bien. Lavamos poniendo sobre el papel vegetal en una bandeja de horno y ponemos en nuestro horno la parte del grill a unos 160º.
Metemos las torrijas en el horno y esperamos unos minutillos que las torrijas estén doradas. Si no se han dorado por debajo, les vamos dando la vuelta para que tomen el color dorado por ambas caras. Ponemos una cacerola al fuego donde pondremos sobre 250 gr de miel aproximadamente y un chorrito de agua, dejamos hervir y una vez estén bien doradas las torrijas, las pasamos a la cacerola donde dejaremos un minuto por ambos lados del pan.
Pasamos a una fuente y la miel que nos sobre en la cacerola se las ponemos encima para que no se sequen y ya tendremos nuestras torrijas «lights» listas para comer.
Si bien no es la receta definitiva para las torrijas light, es una muy buena forma de quitar algunas calorías que se unían a las torrijas a la hora de freirlas.
¡¡Esperamos que os gusten y que las disfrutéis!!.