Si seguimos de forma rigurosa y con una progresiva planificación nuestro entrenamiento, es más que normal que notemos un cansancio progresivo que se exacerba con el paso de los días. Por norma, este cansancio será paliado, hasta cierto punto, por el fin de semana o días de descanso que tengamos estipulados. Sin embargo, y debido a diversas causas como puede ser estrés, problemas circunstanciales de nuestra vida, un mal planteamiento de la progresión en la intensidad o el volumen, falta de descanso, alimentación deficiente,… Entre otras muchas otras, pueden hacer que estos síntomas se mantengan pese a nuestros días de de reposo.
Sin duda, la pregunta más difícil que puede hacerse un deportista que entrene por su cuenta es ¿cuándo debo parar?
Hoy pretendo daros una recopilación de síntomas indicadores del sobreentrenamiento. Dichos síntomas, no son más que esa petición, por parte de nuestro organismo, de pausa y descanso, por lo que es de vital importancia que lo escuchemos para evitar lesiones graves o problemas de salud de diversa índole.
- Perder peso de forma significativa sin una disminución notoria de grasa corporal.
- Alteraciones del sueño.
- Aumento de las pulsaciones en reposo.
- No acabar la tabla de ejercicios estipulada durante varios días consecutivos.
- Dolores articulares y/o musculares
- Predisposición a ponerte enfermo con facilidad.
- Constante sensación de cansancio.
- Irritabilidad.
- Pérdida del apetito.
- Ansiedad.
Estos son los 10 síntomas comunes de este tipo de patología provocada por un aumento en los niveles de cortisol a causa de un estrés físico y mental excesivo. Si percibes alguno de ellos de forma prolongada, no lo dudes, descansa un par de semanas y vuelve con más fuerzas y totalmente recuperado a tu entrenamiento. Tu cuerpo lo agradecerá y te será más fácil cumplir tus objetivos.