Ya hemos comentado en diversas ocasiones la importancia de practicar un buen entrenamiento físico de manera regular y constante. En esta entrada vamos a hablar de las bases para un buen entrenamiento físico y de sus fases principales.
Un buen entrenamiento físico esta constituido básicamente por tres partes principales:
- Calentamiento
- Desarrollo
- Vuelta a la Calma
En todas las partes deberemos de tener especial cuidado de nuestro pulso y controlar que no sobrepasemos los límites sanos para evitar mareos o problemas mayores. Las equivalencias del ritmo sano según nuestro objetivo con nuestra edad, lo podemos ver en la imagen que os dejamos a continuación:
Calentamiento
Un buen calentamiento, sienta las bases para un buen entrenamiento físico, y deberá de ser un incremento de intensidad progresivo para evitar lesiones musculares o articulares. Lo ideal, si vamos a trabajar tanto musculatura como un ejercicio cardiobascular, es empezar de abajo arriba moviendo cada articulación y haciendo un ejercicio sencillo y sin peso de los músculos más representativos del tren que estemos trabajando en cada momento acompañado con un estiramiento leve y sencillo.
Un calentamiento ideal, debería durar entre 15 y 20 minutos y nuestro ritmo cardíaco no debería pasar del 45% – 50%.
Desarrollo
En el desarrollo deberemos hacer el grueso de nuestro entrenamiento físico, en él, deberemos de darlo todo y soltar toda la energía posible, tanto si queremos perder peso como si queremos ganarlo. El desarrollo es la parte vital, deberemos de marcar un ritmo constante de entrenamiento y mantenerlo durante toda la rutina.
Lo ideal sería realizar un entrenamiento de 45 o 50 minutos en el que nuestro ritmo cardíaco alcanzase entre un 80% y un 85%, sin llegar a producirnos malestar, ni mareos, ni ningún tipo de agotamiento más que el muscular. Al terminar esta fase, solo deberemos de notar un «ligero» cansancio, nada desorbitado.
Vuelta a la Calma
La vuelta a la calma es una fase tan importante como las dos anteriores, ya que ciertamente de ella depende nuestra salud post-entrenamiento y el desarrollo de nuestro físico y nuestra resistencia. La vuelta a la calma deberá de ser todo lo contrario al calentamiento. Empezaríamos estirando para posteriormente volver a mover las articulaciones e ir bajando nuestro ritmo cardíaco.
Al terminar la vuelta a la calma, nuestro ritmo cardíaco debería de estar entre un 20% y un 25% y deberíamos de sentirnos relajados y con fuerzas como para seguir funcionando sin problemas durante el resto del día. Si al terminar la vuelta a la calma nos sentimos excesivamente cansados o agotados es que nos hemos sobrepasado en alguna fase y habrá que prolongar el descanso o el decremento de la actividad física.
Es importante que os recordemos la importancia que tiene estirar nuestros músculos antes y después de cada rutina de entrenamiento físico ya que nuestros músculos son los que hacen posible que día a día podamos movernos con soltura y hay que cuidarlos.
No olvidéis comentarnos vuestros entrenamiento y vuestras rutinas, ¡os esperamos!