Suplementos: Proteína en polvo, guía básica.

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La proteína en polvo, proteína de suero de leche o whey protein como se la suele conocer es un producto natural de alto valor biológico derivado de la fermentación de la leche. El mismo proceso, en concreto, que acabará por convertirla en queso.
Es, por tanto, un complemento alimenticio bajo en grasa y carbohidratos y está compuesta por las proteínas de la propia leche; principalmente, caseína (~80%).

Desmentido el primer mito sobre la proteína en polvo, viendo que NO es un producto sintético ni artificial, debemos destacar que, por su composición y obtención, no dista de la leche en polvo. Salvo, como es evidente, por su composición nutricional.

La proteína en polvo es de alta calidad nutricional, posee todos los aminoácidos esenciales y es una abundante fuente de BCAAs (branched chain amino acids); esto es, aminoácidos de cadena ramificada de origen natural. Los cuales son esenciales para cualquier persona activa, ya que nuestro organismo no es capaz de construir dichos aminoácidos.

  • ¿Es necesario tomar proteína en polvo si comienzo a entrenar?

Cualquier experto contestaría que ni mucho menos. Es un mero aporte extra. Si, por el motivo que sea, llevamos una alimentación pobre en vitaminas, el médico nos las recetará para balancear nuestra dieta. De igual modo ocurre con la proteína en polvo. Es un mero complemento. Siguiendo una dieta rica en alimentos con proteína de alto valor biológico (huevos, leche, carne, pescado,…) no tenemos ni mucho menos que tener la necesidad de tomarla.

  • ¿Desatollaré más masa muscular si la consumo?

Es habitual entre los más novatos del gimnasio oír eso de «está fuerte, pero porque toma proteínas». Al menos, es habitual oírlo hasta que ellos las toman.
Subrayando la función de mero complemento alimenticio, la proteína en polvo no hará que crezcamos más muscularmente.

Si comparamos a un sujeto A que entrene 1h diaria 3/4 días a la semana siguiendo una dieta completa y variada, acorde a sus requerimientos protéicos, con un sujeto B con una dieta pobre y repetitiva que consuma proteína en polvo es evidente que el sujeto A conseguirá mejores resultados.
Si la comparativa es entre dos sujetos que siguen la misma dieta, el mismo entrenamiento, y el sujeto B consume proteína en polvo y el A no, será la genética la que decida quién va a desarrollarse más y mejor.

  •  ¿Daña los riñones?

El altísimo consumo de proteína en la dieta, bien provenga de alimentos sólidos o proteína en polvo, se ha asociado siempre en la «sabiduría» popular a los problemas renales, cosa que ningún estudio ha conseguido demostrar. Este mito provendría de que son precisamente los riñones los encargados de sintetizar la proteína.

En cualquier caso,  obtengamos la proteína de donde la obtengamos, un exceso de ella es, si no poco recomendable, al menos, inútil. De la misma forma que con cualquier otro nutriente o sustancia, incluso de agua.

  • ¿Cómo tomarla?

Se suele tomar mezclada con zumo o agua, una o dos veces al día, en torno, si fuera posible, al momento del entrenamiento.
La cantidad de proteína que consumamos irá en función de lo pobre que sea nuestra dieta y los requerimientos energéticos que tengamos por nuestra actividad y metabolismo.

 

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