El entrenamiento funcional es un tipo de rutina en la que se debe de integrar todos los movimientos humanos e implicar a varios músculos del cuerpo a la vez. Este tipo de entrenamiento siempre se realiza con un propósito que va más allá de los resultados físicos y estéticos.
El entrenamiento funcional se basa en ejercicios basados en movimientos que se realizan en la vida cotidiana y deportiva, con el objetivo de obtener un óptimo resultado en cuanto al rendimiento muscular. Cuando estamos en un gimnasio podemos ver que la mayoría de los ejercicios que se realizan no se llevan a cabo en nuestro día a día.
Esto no quiere decir que dejemos de realizar los ejercicios del el gimnasio, tales como los press o pulls, si no que el secreto está en mezclar estos movimientos con otros más clásicos que realicemos en nuestra vida diaria, y de esta manera encontraremos una mayor armonía en nuestra fuerza y movilidad.
Características del entrenamiento funcional
- A través del entrenamiento funcional estaremos mejorando las capacidades de fuerza, velocidad, agilidad o resistencia.
- Evitamos lesiones a través de este tipo de rutina y estaremos entrenando movimientos correctos y seguros que nos ayudarán en nuestra vida cotidiana.
- Nos ayudará a crear una buena postura corporal y a aprender a colocar la espalda de una manera correcta.
- Se adapta a las características físicas del deportista, de esta manera se obtienen unos mejores resultados.
- Las conexiones musculares se fortalecerán al no estar trabajando los músculos de forma aislada.
Crossfit, un ejemplo de entrenamiento funcional
El Crossfit es un ejemplo claro de un entrenamiento funcional, ya que a través de este entrenamiento realizamos ejercicios que trabajan varios grupos musculares, implicando y activando a grandes cadenas musculares. Al entrenar con una alta intensidad podremos conseguir también muchas mejoras estéticas y podremos notar nuevos estímulos.
¿En qué se diferencia del entrenamiento tradicional?
El entrenamiento tradicional no es un entrenamiento natural, ya que como hemos comentado antes, realiza movimientos que en la vida diaria no se utilizarían, por ejemplo, un curl de bíceps. Sin embargo, una sentadilla sí que podemos realizarla en nuestra vida, y es que ¿Cuántas veces nos sentamos al día y nos levantamos?
En las rutinas tradicionales no es común trabajar la zona lumbar ni realizar ejercicios que trabajen la estabilización de la espalda. Sin embargo, a través del entrenamiento funcional el abdomen se fortalece, evitando así lesiones y mejorando el rendimiento.
Los entrenamientos funcionales son muchos más cortos y se adapta al ritmo de vida de la gente. No por realizar entrenamientos de más duración vamos a obtener mejores resultados.
¿Influye la alimentación en los resultados?
La respuesta a esta pregunta es un rotundo SÍ. Si queremos obtener resultados y sentirnos con más capacidad de fuerza o resistencia, no solo nos sirve con entrenar. Somos lo que comemos y por lo tanto si mantenemos una dieta sana y cubriendo todos los nutrientes, no tendremos ningún problema en obtener buenos resultados. Es preciso establecerse unos objetivos en cuanto a la comida, ayudándose, cuando sea preciso, de suplementos de nutrición, tales como los productos de Quamtrax, Scitec Nutrition, o BSN. Siempre sabiendo cuales son los beneficios que nos va a aportar.