Brotes y Germinados , superestrellas de la nutrición

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Los Brotes son básicamente plantas jóvenes que germinan a partir de las semillas de casi todos los vegetales vivos, entre los que figuran frutos secos, semillas, cereales, judías, legumbres y varias hierbas, como la cebada y la hierba de trigo. Algunos de los brotes más habituales son la alfalfa, las judías mung, las judías aduki, el rábano, el trébol, los garbanzos, las lentejas, la soja, el girasol, el mijo, la quinoa, el alforfón, la alholva, el trigo, la cebada, el maíz, la avena, los guisantes y la lima, y estos solamente son unos cuantos.
Básicamente puede germinar cualquier semilla o judía capacitada desde el punto de vista genético para reproducir la siguiente generación del ciclo vital de una planta.

El espectacular aporte nutricional de los brotes.

Los brotes son superestrellas de la nutrición. Tienen una gran concentración de antioxidantes que combaten los efectos nocivos de los radicales libres. Estos últimos son sustancias que se producen en el interior del organismo y que dañan el tejido celular y aceleran el envejecimiento. Los brotes también contienen abundantes vitaminas, minerales, proteínas, encimas y fibra, así como dos elementos antienvejecimiento, ARN y ADN (ácidos nucleicos), que solo se encuentran en las células vivas.

¿Qué es la Germinación?

La germinación es el proceso de regar con agua, hacer germinar la semilla y, finalmente, comerse los brotes vivos que han crecido. Cada semilla germinada, está dotada de la energía y los nutrientes necesarios para generar una planta saludable madura.

Una vez la semilla de empapa de agua, un proceso necesario para la germinación, se liberan numerosas enzimas. Al germinar, la semilla absorbe rápidamente el agua y se hincha como mínimo hasta doblar su tamaño original.

De forma simultanea, los nutrientes que contiene también se hinchan. Finalmente, el proceso de germinación predigiere la semilla, lo cual facilita la digestión y la asimilación de sus nutrientes, de manera que disminuye la probabilidad de padecer alergias alimenticias.

El resultado final es un superalimento con una ingente concentración de proteínas, vitaminas, minerales, oligoelementos, fibra y enzimas en la forma que resulta más fácil de digerir. Con la germinación, no solo obtienes los beneficios de los alimentos crudos, sino que también aumenta espectacularmente el contenido de nutrientes de estas semillas y granos.

La clave para tu salud

Ingerir con frecuencia alimentos germinados puede mejorar notablemente la digestión, el estado inmunológico y el bienestar. No solo tu digestión será saludable y tu cuerpo será más alcalino si incluyes alimentos germinados como parte habitual de tu dieta, sino que estarás mejor preparado para prevenir y combatir los resfriados comunes y la gripe. Las investigaciones han demostrado que los brotes ayudan a fortalecer el sistema inmunológico. Si se refuerzan las defensas del organismo, se reduce mucho la probabilidad de sucumbir a trastornos de salud habituales o de contraer enfermedades degenerativas.

¿Cómo hacer germinar semillas y granos?

El modo más fácil de obtener brotes de semillas es comprar el material necesario para hacer germinar plantas y regar las semillas con agua, te recomiendo que empieces con la alfalfa, ya que es una de las más fáciles de germinar.

En los herbolarios venden el material necesario, tanto las semillas como los recipientes de arcilla o plástico con agujeros en la base,  pero también lo puedes hacer con un bote de cristal transparente, algunas semillas o granos, agua y un trozo de tela ordinaria o muselina.

http://youtu.be/_TUfQLmguCA

  1. Pon a remojo las semillas de alfalfa durante 8 horas.
  2. Escurre bien el agua, lava las semillas y los pones en el recipiente, el truco es quitar muy bien el agua para que no se encharque y se pudran las semillas. Tapamos con un trapo el recipiente para que no le de la luz. Dejamos reposar unas 8 horas.
  3. Volvemos a realizar el mismo proceso, lavamos las semillas, escurrimos muy bien y quitamos todo el agua. Tapamos con un trapo el recipiente y dejamos reposar durante 8 horas más o menos.
  4. Como veis este proceso se realizará durante unos 5 o 6 días, por la mañana y por la noche. El tercer día veréis que empiezan a germinar y justo cuando veamos que se empiezan a poner de color un poco verdes, es el momento de comérnoslas.
  5. Si quieres guardarlos, usa un recipiente hermético y lo guardas en el frigorífico, aguantaran dos o tres días.

 

Fuente:  Dra. Gillian Mckeith (libro “Eres lo que comes”

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