Hoy, para todos aquellos que no consiguen subir de peso, os presentamos una dieta orientada a la musculación prototípica del culturista medio. Como siempre, estos modelos de dieta son altamente modificables para adaptarlos, así, a nuestras necesidades calóricas o preferencias.
Esta dieta, – insisto – ajustándola a nuestro requerimiento calórico, y combinada con una rutina de musculación orientada al volumen muscular promete resultados rápidos y visibles, no sólo físicos, si no en cuanto a mejora de nuestras marcas en nuestros ejercicios de musculación.
Desayuno
2 huevos
1 rodaja de pan
1 vaso de zumo de naranja o 1 fruta fresca
1 taza de café
1 vaso de agua
Almuerzo
Cualquier carne o 1/2 pollo
1 patata al horno o una ración pequeña de espaguetis sin queso
1 vaso de vino o de cerveza
1 vaso de agua
Merienda
Fruta, frutos secos, semillas
Cena
Pescado cocinado de cualquier forma, excepto frito
Verduras
Ensalada
1 vaso de vino o de cerveza
1 vaso de agua
Como vemos, en esta dieta de musculación, cobra especial relevancia el consumo de agua, importantísima para el crecimiento muscular ya que, un músculo deshidratado, es más propenso a la lesión y, por su puesto, estará menos predispuesto al crecimiento muscular. Por más que nos esforcemos en nuestros ejercicios de musculación.
También es destacable el consumo moderado de vino y cerveza como como vasodilatador y aporte de vitaminas y micronutrientes, también esenciales si buscamos un proceso de musculación de calidad.