¿Te suena esto de ir a comer a un restaurante y que la persona que te atiende te diga que puedes comer tal plato “si no eres muy celíac@”?
Hay algunas confusiones muy frecuentes respecto a la celiaquía que seguro que has oído mil veces, o quizá ni tú mism@ tienes muy claro del todo. Entre las más habituales está pensar que se esta enfermedad se puede curar (“Pues mi vecina se curó”), que se puede ingerir gluten de vez en cuando (“¡Qué exageración! Por un trocito no te va a pasar nada”), o creer que hay grados de celiaquía (“Puedes tomar esto depende de si eres mucho o poco celíac@”).
Es importante que la hostelería tenga muy claros estos conceptos, pero nosotros mismos también. No hay grados de celiaquía, se es celíaco o no se es, pero no existe un celíaco más celíaco que otro.
Lo que sí existe son distintos grados de lesión intestinal en el momento de hacer la biopsia (Escala Marsh), pero esto no tiene nada que ver con “los niveles” de celiaquía.
En vez de “niveles” o “grados”, sí podemos encontrar tipos, y hoy conoceremos un poco más de este tema.
Los tipos de celiaquía se determinan en base a la sintomatología típica. De hecho, se estima que cerca de un 75% de personas celíacas NO LO SABE, ya que en gran parte de la comunidad médica no se sospecha de la enfermedad a no ser que se presenten los síntomas clásicos.
El problema es que la celiaquía también puede tener otros síntomas distintos a los clásicos, o directamente no presentar ningún síntoma. Veamos los diferentes tipos:
TIPO CLÁSICO: Al presentar un patrón de síntomas muy característico, es la más “fácil” de diagnosticar, pero ni mucho menos es la más frecuente en la población (aunque sí la más frecuentemente diagnosticada). Se detecta con rapidez ya que tras la sospecha clínica por la evidencia de los síntomas, el análisis de anticuerpos da positivo y eso permite acelerar el proceso.
Cursa con atrofia de las vellosidades y síntomas predominantemente digestivos como la diarrea, los vómitos, el síndrome de malabsorción y un peso bajo.
Habitualmente se diagnostica en la infancia, debido a retrasos del crecimiento de los niños, dermatitis, heces descompuestas, o peso muy bajo.
Serología +
Biopsia +
Genética +
Síntomas +
TIPO ASINTOMÁTICO: También llamada celiaquía siliente, subclínica o silenciosa, suele diagnosticarse porque la persona tiene familiares celíacos y se realiza también las pruebas por pertenecer al grupo de riesgo, pero no por presentar síntomas.
De hecho, este tipo se denomina asintomático precisamente porque la persona no presenta síntomas ni signos de la enfermedad, pero igualmente sufre atrofia de las vellosidades, algo que se descubre en la biopsia.
Es peligroso ya que, al no tener síntomas, la persona puede querer saltarse la dieta conscientemente, pero el daño intestinal se produce de igual manera, además que se pueden desarrollar enfermedades graves a largo plazo por el incumplimiento de la dieta. Por tanto, el tratamiento sigue siendo dieta estricta sin gluten.
Serología +/-
Biopsia +
Genética +
Síntomas –
TIPO REFRACTARIO: Es el tipo más peligroso ya que se trata de personas que, aún realizando la dieta sin gluten, no ven mejoría. Suele darse en personas mayores de 50 años, que llevan mucho tiempo comiendo gluten y su cuerpo ya no responde a la variación de la dieta.
Se diagnostica si tras 12 meses de dieta sin gluten no han cesado los síntomas, y la estimación de personas afectadas es bastante inespecífica: Entre un 5% y un 30% de los celíacos. No obstante, hay que asegurarse que es realmente una celiaquía refractaria, y no el hecho de que la persona no esté haciendo la dieta correctamente, y esté ingiriendo gluten de manera voluntaria o involuntaria.
Los riesgos son grandes ya que se ha comprobado que estas personas tienen más probabilidades de desarrollar linfomas intestinales.
Serología +/-
Biopsia +
Genética +
Síntomas +
TIPO LATENTE: No se observan síntomas y las vellosidades se encuentran preservadas, pero la genética es positiva. Esto quiere decir que puede que desarrollen la enfermedad en algún momento de su vida, por eso se dice que está “latente”.
Es de difícil diagnóstico ya que estas personas no presentan síntomas y las otras pruebas dan resultados controvertidos. Existen dos subtipos:
-Los que fueron diagnosticados en la infancia pero tras el comienzo de la dieta sin gluten se han recuperado y ahora permanecen en un estado subclínico.
-Las peronas en las que la enfermedad se mantiene oculta durante gran parte de la vida de la persona, hasta que, en ocasiones, se manifiesta debido a situaciones traumáticas, cambios hormonales o variaciones severas de la alimentación, como viajar a países exóticos.
Serología +/-
Biopsia –
Genética +
Síntomas –
TIPO POTENCIAL: Aquí se engloban todas aquellas personas que presentan una predisposición genética para desarrollar la enfermedad, y por tanto mayor riesgo, pero aún no se han producido síntomas ni daños en la mucosa intestinal. Puede ser que en algún momento se conviertan en celíacos, o que nunca se de esa situación, y simplemente sean portadores de los genes.
Serología +/-
Biopsia –
Genética +
Síntomas –
En el siguiente iceberg podrás ver con más claridad los distintos tipos de celiaquía, con sus síntomas y signos asociados.
*Los anticuerpos pueden ser positivos o negativos en todos los tipos de celiaquía. En la imagen se recogen los resultados más frecuentes.
