Habiendo tratado ya el entrenamiento de pecho y de espalda, el siguiente post no podía tocarle a otro que al trapecio y los deltoides.
Para este post, me he basado, principalmente, en las recomendaciones de Joe Hagy.
Hagy, frente a la corriente de aficionados a la musculación que sólo se preocupa por el pecho, sus bíceps y sus abdominales, defiende que un verdadero portento físico está determinado por sus trapecios y deltoides, los cuales dan amplitud a nuestro torso, creando la ilusión de una cintura ultrafina.
Markus Ruhl, en un artículo para FLEX dijo: «Ninguna otra parte del cuerpo exige tanto respeto como el trapecio«.
Seguro que, llegados a este punto, tienes ya ganas de entrenarlos. Pues bien, vamos al grano, ¿qué debemos hacer?
Deltoides:
- Entrada en calor con mancuernas ligeras.
- Press militar con mancuernas 3 series de 8, 6 y 6 repeticiones. Aumentando el peso si nos vemos capaces.
- Elevaciones frontales. De nuevo 3 series de 8, 6 y 6.
- Elevaciones laterales. 3×8-6-6.
- 3 series de «pájaros», sentados (8-6-6).
Trapecio:
- De nuevo, comenzaremos con una entrada en calor con mancuernas no muy pesadas.
- 4 series de encogimientos con barra: 10-8-8.
- 4 series de encogimientos con barra a la espalda: 12-10-8.
- Burnout: Es decir, haremos tantas repeticiones como podamos con la mitad de peso con el que hicimos encogimiento para 8 repeticiones.
Como vemos, es una rutina sencilla, aunque realmente intensa, con la que podemos obtener muy buenos resultados. Recalcando, es sí, que la nutrición juega un papel fundamental -como siempre-. Este programa está diseñado para un máximo crecimiento muscular, sin embargo, su exigencia a nivel SNC es tal que, para obtener un crecimiento decente y conseguir una recuperación total, deberemos aumentar alrededor de un 5% las calorías que veníamos consumiendo hasta la fecha (calorías de mantenimiento).