Los calambres musculares son muy comunes y es que a todos nos ha pasado alguna vez que estamos haciendo la rutina de ejercicios físicos y de repente sentimos un fuerte dolor en alguna pierna o brazo. Por cada segundo que pasa el dolor se intensifica y los dedos parecen estar congelados, sin movimiento alguno. Lo único que podemos hacer es esperar que esto pase y forzar movimiento donde no parece haberlo. Afortunadamente, podemos evitar calambres durante el ejercicio.
Nadie sabe realmente por qué o qué causa estos calambres y existen teorías de todo tipo. La más conocida y aceptada es que por falta de hidratación los músculos se tensan, especialmente si estás expuesto al calor o a condiciones de humedad.
Basado en esta teoría y otras más complicadas, podemos hacer los siguiente para evitar calambres:
- Hidratación. Trata de tomar tanta agua como sea posible. Si vas a hacer ejercicio durante más de una hora, trata de usar bebidas deportivas que te subirán los electrolitos que los músculos necesitan.
- Nutrientes. Come alimentos que tengan grandes cantidades de calcio y potasio.
- Estiramientos. Hacer estiramientos antes, después e incluso durante la rutina de ejercicios evitará contracciones inesperadas de los músculos.
Si en algún momento ninguna de estas cosas te está funcionando y te ves afectado por un horrible calambre, entonces puedes eliminarlos de esta forma:
- Baja la intensidad del ejercicio o detente completamente.
- Trata de relajarte y estira el área afectada.
- Aplica presión firme sobre el músculo que tiene el calambre.
- Ayuda con tus manos a mover las zonas que parezcan paralizadas.
Lamentablemente no se podrán evitar calambres durante el ejercicio por completo, pero podemos intentarlo. Trata de tomar esto como una forma de tu cuerpo de avisarte de debes detenerte, que quizás es demasiado o que estás haciendo mal el ejercicio.
