Todos queremos tener un corazón sano y para ello es fundamental mantener unos niveles saludables de colesterol en sangre.
El colesterol es, en buena medida, responsable de nuestra salud y bienestar. Hay dos tipos de colesterol: el llamado colesterol bueno o LDL y el colesterol malo o HDL.
- Las lipoproteínas de baja densidad o LDL (colesterol malo), junto con los triglicéridos, contribuyen a la acumulación de placas en las arterias.
- Las lipoproteínas de alta densidad o HDL (colesterol bueno) combaten esa acumulación de placa.
Unos niveles altos de LDL pueden provocar alteraciones en el suministro de sangre al corazón, el cerebro, las piernas o los riñones, dando lugar a un ataque al corazón o un accidente cerebrovascular en el peor de los casos.
Una alimentación sana y un ritmo de vida activo son las claves que nos ayudarán a bajar nuestros niveles de colesterol malo y a aumentar los niveles de colesterol bueno. Si convertimos en hábitos estos sencillos consejos, conseguiremos bajar nuestros niveles de colesterol malo:
- Corta con las grasas animales. Las grasas animales contienen grasas saturadas y elevan los niveles de colesterol malo en sangre.
- Toma fibra. En el intestino, la fibra soluble puede añadirse a la bilis (formada fundamentalmente por colesterol) y eliminarla.
- Come vegetales. Son una fuente natural de vitaminas y minerales que te ayudan a mejorar tu salud y a regular tu organismo.
- Mantén los kilos a raya. El sobrepeso pone en riesgo tu salud y tu bienestar y aumenta el riesgo de enfermedades crónicas.
- Haz ejercicio. Está demostrado que el ejercicio cardiovascular es la mejor ayuda para bajar los niveles de colesterol malo.
- Sé constante. Si haces ejercicio con regularidad controlarás mejor tus niveles de colesterol. Busca un deporte que te guste y sé constante.
No pretendas cambiar todo en un día. Introduce poco a poco variaciones en tus hábitos de vida para que te sea más fácil convertirlos en una rutina. Verás cómo así eres capaz de mantenerlos y de olvidarte del colesterol.