El estreñimiento es un síntoma en el que el paciente describe como un esfuerzo excesivo para defecar, intentos fallidos, una sensación de evacuación incompleta, disminución de la frecuencia y/o deposiciones anormalmente duras.
El estreñimiento se debe a una combinación de factores: alimentación baja en fibra, escasa ingesta de líquidos, hábito poco regular y falta de actividad física. Para su diagnóstico, hay que hacer un estudio sobre el estilo de vida (tipo de dieta, ingesta de agua, actividad física, etc.) y si el paciente toma algún tipo de fármaco.
Una de las principales causas de aparición del estreñimiento en los celíacos es la eliminación de productos elaborados a partir de cereales con gluten, los cuales destacan precisamente por ser ricos en fibra: desde harinas hasta pan, pasando por los cereales para el desayuno o las galletas.
Es decir, al llevar una dieta sin gluten irremediablemente se debe prescindir de ciertos cereales que son muy ricos en fibra, por lo que es común que las personas con celiaquía puedan padecer estreñimiento. Por ello, como la dieta sin gluten es normalmente baja en fibra vegetal, esto causa una alteración del ritmo intestinal, de forma que la persona celiaca puede presentar una tendencia al estreñimiento.
Pero esto puede ser tranquilamente prevenido o contrarrestado si se tienen en cuenta estas recomendaciones.
Consejos para evitar el estreñimiento:
- Comer a diario verduras, frutas frescas (preferentemente con piel)
- Ingerir 3 raciones de legumbres por semana.
- Añadir a tu dieta cereales integrales, obviamente sin gluten.
- Evita los tés, cafés y cigarrillos (lo más difícil)
- Lo ideal es estimular constantemente al intestino ingiriendo comidas fraccionadas: Desayuno, media mañana, almuerzo, media tarde, merienda y cena.
- Beber al menos de dos litros de agua al día.
- El ejercicio físico es indispensable para regularizar la función del intestino.
Ve con cuidado igualmente con agregar muchos alimentos ricos en fibra a tu dieta en poco tiempo, pues esto puede llevarte a bajar demasiado de peso. Si después de seguir todos estos consejos sigues teniendo dificultades al defecar, te aconsejamos que consultes a tu médico.