La celiaquía no tiene una edad concreta de aparición, por eso puede ser difícil reconocer la enfermedad a simple vista. En el caso de los niños que todavía son pequeños y no saben hablar o se expresan con dificultad debemos estar especialmente vigilantes para captar todas las señales que nos mandan.
Cuando una persona celíaca ingiere alimentos con gluten, se provoca una reacción tóxica que afecta al intestino delgado y no le permite que la comida sea absorbida con normalidad. Aunque los principales síntomas son gastrointestinales, también podemos observar evidencias en la salud de la boca de nuestros hijos.
La enfermedad celíaca no tiene que tener una mayor afectación en la salud bucodental si es diagnosticada y tratada adecuadamente. En este sentido, es de vital importancia realizar un diagnóstico temprano, cuanto antes se diagnostique, menores serán las afectaciones en los dientes y más sencillo será poder implementar el tratamiento para solucionar los problemas que se puedan haber producido en el esmalte dental.
Los síntomas que presentan los niños con intolerancia al gluten son variados y es más fácil de detectar cuando se introduce la papilla en su alimentación (generalmente, ricas en gluten). Sin embargo, no tienen por qué aparecer los síntomas, ni que aparecer todos a la vez, es posible que el niño sólo se vea afectado por algunos. El retraso en el crecimiento, con estancamiento en peso y altura, es de los más habituales. Otros síntomas que suele provocar la ingesta de gluten son la diarrea, flatulencias excesivas y cansancio permanente. Pero hay que tener en cuenta que no a todos afecta por igual.
Pero, ¿Cómo podemos detectar la celiaquía atendiendo a la salud dental?
Según el Dr. Iván Malagón, odontólogo; “aunque conocemos esta enfermedad, aún no somos conscientes de que un empeoramiento en nuestra salud oral puede ser un síntoma de celiaquía. En ocasiones, se puede detectar que un niño es celíaco por algún problema asociado a la boca, antes incluso de que le hayan diagnosticado que sufre este trastorno. Por eso, si un niño acude a su dentista y se confirma que tiene llagas en toda la boca o defectos en el esmalte, del tipo de manchas de color café y además dispuestas de forma simétrica, con presencia en los dientes por orden de formación, podemos estar ante un cuadro de celiaquía.”
Estos son los 5 síntomas a tener en cuenta:
- Esmalte dental descolorido: Los dientes presentan manchas simétricas de color marrón o amarillo.
- Retraso en la salida de los dientes.
- Aparición repetida de llagas y/o heridas en la boca.
- Inflamación de la mucosa bucal y/o de la lengua.
- Defectos estructurales en los dientes: debido a la mala absorción del calcio, los defectos estructurales suelen ser habituales. Una vez diagnosticada la enfermedad y siguiendo los consejos del médico y del odontólogo, los niños celíacos pueden disfrutar de una adecuada salud bucodental.
*Los problemas en los dientes de los celíacos suelen estar localizados en los incisivos y pre-molares.
Aunque en esta enfermedad la afectación dental aparece en el 71% de los casos, puede que tu hijo sea celíaco y no presente ninguno de los síntomas, o que presente sólo uno, o que los tenga todos pero se deban a otras causas ajenas a la ingesta de gluten. Por esta razón, si detectas los síntomas descritos, antes de empezar directamente una dieta sin gluten, te recomendamos acudir al médico para que haga un diagnóstico profesional y se le realicen las pruebas que determinan si la causa de estos síntomas puede ser debida a la intolerancia al gluten.
Es muy importante que acudas al médico y no actúes por tu cuenta retirando el gluten de la dieta antes del diagnóstico definitivo. Ya que si retiras el gluten de la dieta antes de llevar a cabo las pertinentes pruebas, puedes llegar a retrasar el diagnóstico de la enfermedad, lo que acabará perjudicando la salud de tu hijo.