Pese al conocimiento general, el entrenamiento no es, ni por asomo, el único factor de estímulo posible para el desarrollo muscular. Durante el desarrollo de la adolescencia y la pubertad, de hecho, existe un crecimiento exponencial de la masa magra sin necesidad de que exista estímulo debido a un entrenamiento muscular.
Son 3 las claves fundamentales que debemos conocer para comprender el desarrollo muscular. En MásKilos intentaremos ponerlas a vuestro alcance a través de 3 sencillas y resumidas publicaciones.
Estímulo.
Es la primera clave. Siendo, el entrenamiento el que estimula los músculos y, por ende, propicia su desarrollo. Esto nos puede parecer una realidad de pero gruyo, pero cualquier trabajo que realizamos, por pequeño que sea, si implica una serie de movimientos a los que el músculo no está acostumbrado, causará una serie de rotura de proteínas en estos mismos.
Dando por hecho que el suministro de nutrientes y señales anabólicas son las correctas, podemos decir que nuestro organismo reparará el daño causado, de tal forma que, gracias a un aumento del tamaño por la incorporación de nuevas proteínas, pretende hacerlo más resistente a dicha labor que causó la rotura.
La forma a través de la cual creemos el estímulo es indiferente aquí, podemos estimular con un entrenamiento tradicional con pesas o con un entrenamiento basado en bandas de goma. Siendo, incluso, algunas labores del hogar las que pueden potenciar este estímulo. Evidentemente, más productivo a mayor especificidad del movimiento.
Cuantas más células musculares posea un grupo muscular concreto, mayor será el potencial de crecimiento al que está expuesto el mismo.
Sin embargo, es necesario saber que los músculos pueden responder a una cantidad de estímulo determinada; es decir, si logramos estimular de forma completa el crecimiento en 1-2 series, el hacer 20 no va a producir un crecimiento directamente proporcional. De hecho, no va a producir la más mínima ventaja.