Como he intentado explicar en publicaciones anteriores, nuestro entorno hormonal condiciona nuestro desarrollo muscular de forma casi total; así, para obtener un óptimo crecimiento de nuestra musculatura es necesario que prestemos un poco de atención a este mismo.
Un adecuado balance hormonal es más que posible si regulamos ciertos parámetros en nuestra dieta. Pequeños cambios, a penas imperceptibles en nuestro día a día, puede suponer grandes mejoras en el medio – largo plazo para nuestra producción hormonal, lo cual no supondrá sólo una mejora en nuestro físico, sino que estaremos ganando en salud y calidad de vida.
A continuación, os recomendaré una serie de alimentos que podemos incluir, si es que no los consumimos ya, en nuestra dieta a fin de mejorar algunas hormonas concretas:
- Vitamina C: Muy presentes en los cítricos como el limón y la naranja, influye de forma notoria en nuestro estado de ánimo. Además, se ha demostrado que ayuda a una correcta producción de las hormonas sexuales.
- Soja o lecitina de soja: Es una fitohormona que posee la capacidad de regular la cantidad de estrógenos producida por nuestro organismo.
- Vitamina E: Al ser indispensable en procesos de fertilidad y ser reguladora de los estrógenos y la progesterona, además de su infalible capacidad antinflamatoria, es de vital importancia en las mujeres. Está presenta en semillas, granos enteros y aceites vegetales.
- Vitaminas del grupo B: Desempeñan un rol fundamental metabolizando alimentos, por lo que nos ayudan en una correcta digestión, eliminando el exceso de hormonas y grasas innecesarias. Creales integrales, levadura de cerveza, fruta seca, soja, algunos lácteaos,… las contienen en altas cantidades.
- Calcio: Es importante para mantener la salud y vitalidad de los huesos, así como también para mantener un activo sistema inmunológico. Vegetales como el brócoli, la col y el rábano, ricos, además, en cinc lo contienen en cantidades proporcionalmente mucho más elevadas que los lácteos.
- Minerales: Muy demandado por mujeres con problemas hormonales (crónicos o no), entre ellos se encuentra el magnesio que es el encargado de metabolizar algunas vitaminas como la B6 y de hacer que minerales como el calcio sean asimilados por nuestro organismo.
Por supuesto, no debemos olvidar la fibra, principal encargado de la «limpieza» del organismo, eliminando toxinas generando las hormonas necesarias para reciclar ciertas sustancias. Además, nos ayudan a prevenir dolencias como: Alta producción hormonal, trastornos digestivos, problemas cardiovasculares, obesidad,…
Como siempre, invitaros a que planteéis cualquier tipo de duda o sugerencia, bien sea directamente en la entrada relacionada o a través de nuestras redes sociales: Facebook o Twitter.