Son muchos los usuarios que, por sus muchas propiedades beneficiosas, consumen avena a diario. Este alimento, además de ser altamente nutritivo, es una excelente fuente de energía para nuestro entrenamiento, bien practiquemos la musculación o el fitness, o cualquier otro tipo de actividad. Su alto contenido en fibra nos procurará una lenta liberación de energía que hará que no suframos bajones durante nuestra sesión de entrenamiento.
Sin embargo, la mayoría de estos usuarios tienen a cogerle cierta aversión ya que, en la mayoría de los casos, se toma cocida con agua, lo cual, al gusto, es una auténtica aberración. Hoy os presentaremos una deliciosa forma de comer avena sin necesidad de sufrir para hacerlo.
Los ingredientes son más que sencillos y están a la mano de todo el mundo en cualquier cocina:
- Avena
- Leche desnatada
- Edulcorante al gusto (líquido o en pastillas)
Para su preparación, casi tan sencilla como los elementos que la componen es tan simple como:
- Llenamos un vaso o cuenco con la cantidad de avena deseada.
- Añadimos 1 cdita de edulcorante líquido.
- Añadimos la suficiente leche como para cubrir toda la avena sin que esta deje de verse en ningún momento.
- Tapamos con un plato o alguna tapadera apta para microondas y lo llevamos a este mismo por, aproximadamente, 2:30 minutos.
- Destapamos con cuidado, y ¡listo!
La avena habrá absorbido toda la leche y el edulcorante siendo el resultado una preparación similar a las gachas que, por ser dulce, es ideal para consumir en el desayuno o la merienda.
Por supuesto, sus propiedades nutricionales no han sido para nada alteradas. Todo lo contrario, añadiendo leche, habremos mejorado la calidad de la proteína añadiendo nuevos aminoácidos que completen la cadena.
Incluso podríamos usarlo antes de ir a la cama, puesto que nos proporcionará una digestión lenta que nos ayudará a conciliar el sueño y relajarnos.
Opcionalmente, podemos darle un toque distintivo que le va muy bien añadiendo un poco de canela molida.